
La segunda película del director ibérico Álex de la Iglesia, es una comedia de humor negro anti solemne, cargada de mala leche, violencia con tintes gore e irreverencia, que explota uno de los temas más recurrentes de la cinematografía de fines del siglo XX: El fin del mundo.
Situada en una Madrid sumida en la anarquía y los conflictos sociales, la trama sigue al padre Ángel Berritúa (Alex Angulo) en su cruzada por encontrar al mismísimo...