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Películas de Fantasía, Ciencia Ficción y Horror

Double Negative

Genios de los efectos visuales

Hereditary

El horror está en casa

Santo contra la invasión de los marcianos

Insólita aventura interplanetaria

Mike Elizalde

Talento orgullosamente mexicano

miércoles, 1 de abril de 2020

COLMILLOS, EL HOMBRE LOBO (1993)


Aviso: El siguiente comentario es muy poco serio pues la película en cuestión no amerita lo contrario.

El nacolín Cristóbal (Miguel Ángel Rodríguez) despierta sobresaltado después de tener una pesadilla en la que va corriendo encuerado por unas catacumbas. El susodicho es un entrenador  de caballos en el Hipódromo, quien se lamenta estar jodidón y salado. Cansado de sufrir las humillaciones del prepotente ricachón Román (José Elías Moreno), se la pasa haciendo entripados. Una noche que le anda dando su respectivo mantenimiento a los cuacos, se le aparece una mujer misteriosa (Julieta Rosen). Con cara de Guat Japen la sigue hasta unas catacumbas como las del sueño. Ahí encuentra una estatua con 7 gemas que según le van dar mucho poder. Acto seguido, despierta todo sudado y sorprendido ve la estatua en su buró ¡Ay nanita! 


Cristóbal va vendiendo las piedras una por una pero ¿Qué le pasará al muchachón que cada vez que se deshace de una de ellas le da por perseguir a las ratas y comer carne cruda? ¿Se sentirá gato? ¿Será fanático de la carne tartara? Nada tonto, se guarda la joya más cara para regalársela a la bella Susana (Olivia Collins), novia de Román. Ella a cambio le suelta el "tesorito".

Una noche de luna llena, después de un día de vendimias en que regresa con unos fajotes de dolarucos en los bolsillos, Cristóbal siente como retortijones en la panza (yo digo que la culpa es de la carne cruda). Por fín, después de esperar casi cuarenta minutos, pasa algo interesante. El protagonista se transforma en lobo y los efectos para ser una producción noventera de 3 pesos no lucen tan mal, de hecho parecen de 5. La criatura infernal a la primera persona que destripa es a una clienta que se atrevió a pedirle fiado.


Román sabedor de que las autoridades del gobierno del Distrito Federal (ahora Ciudad de México) pagan lo que sea con tal de que otro les resuelva la bronca, se apunta para matar al lobo, coyote, perro rabioso o lo que sea, por la módica cantidad de cinco mil dólares. Por la noche, Cristóbal convertido en lobo se da un festín saboreándose los cachetes de un cazador, los huesitos de una mujer bastante tontuela  y los pellejos de un viejito. 

Ya para el postre deja un hueco para tragarse al buen Román. En ese momento me di cuenta de que el director René Cardona III, no solo es un pésimo realizador sino que, en su vida nunca ha visto un programa de Animal Planet. Se supone que el lobo tiene unas garras gigantescas y de un manotazo lo lógico es que le arranque la cabeza a cualquiera, pero aquí da unos arañazos como de vieja chimiscolera, que sacan sangre pero no aplacan al tipo que se la pasa gritando. 

Spoiler: En la escena final, el peludo Cristóbal le perdona la vida a Susana y se desquita matando a la mujer misteriosa de la caverna. Luego busca un lugar para estirar la pata y así termina la maldición.

domingo, 10 de noviembre de 2019

BLOOD LINK (1982)


Un director italiano del montón llamado Alberto de Martino, especialista en cine B, intentó emular a su compatriota Dario Argento con ésta película que, si bien no es formalmente un Giallo, sobre todo porque desde el principio conocemos la identidad del asesino, contiene algunos elementos del subgénero. Reitero que la influencia de Argento es evidente, pues al igual que Rojo Profundo y Phenomena, se trata de un thriller cuyo detonante es un evento sobrenatural. Sin llegar al nivel del maestro, a De Martino le alcanza por lo menos para ser considerado ésta vez como un Brian de Palma en sus tiempos de medianía.

Blood link trata sobre un médico (Michael Moriarty) que tiene visiones en donde es testigo de cómo él mismo comete sangrientos feminicidios. Tras una serie de revisiones médicas e investigaciones, llega a una conclusión: los asesinatos son cometidos por su hermano siamés de quien fue separado cuando era niño y dado por muerto en un incendio ¿Cómo lo sabe? Resulta que descubre que puede ver a  través de los ojos del hermano y viceversa. Las imágenes que se presentan ante sus ojos le dan pistas que lo llevan hasta Alemania en donde, el gemelo malvado aprovecha el parecido idéntico para inculparlo de sus crímenes. 


Como se aprecia, la cinta tiene un poco de La mitad de oscura de Stephen King, una novela publicada siete años después. También se parece a Dead Ringers de David Cronenberg, protagonizada por un par de gemelos con personalidades opuestas en donde ambos comparten a la misma mujer y, por si fuera poco, igualmente es similar a Raising Cain del ya citado Brian de Palma, cayendo en los mismos errores pero logrando tener un desarrollo más coherente.Los asesinatos no llegan a ser de una brutalidad explícita, no obstante, hay un par de abusos sexuales que resultan aún más perturbadores. La carga de drama y erotismo es acentuada por la música del legendario compositor ¡Ennio Morricone!


Si en el thriller de De Palma, John Lithgow se pasó de histriónico ofreciendo una de sus actuaciones más teatrales, en Blood link es una grata sorpresa ver a Michael Moriarty (posterior co-protagonista de la serie La ley y el Orden) interpretando un atinado doble rol del tímido doctor y el despiadado homicida, es de agradecerse su esmero siendo una película de bajo presupuesto; lo mismo sucede con Penelope Mildford, una actriz que en el tramo final prácticamente acapara el protagonismo, brindando los momentos más afortunados, cobrando su papel gran relevancia. A esas alturas ella ya había recibido una nominación al Oscar por la película Regreso sin gloria. Así que ambos tienen talento para sacar adelante la historia pese a las imperfecciones técnicas. 

Para los fanáticos de los Doppelgänger y gemelos diabólicos. Pasable.

viernes, 1 de noviembre de 2019

EL HOMBRE INVISIBLE (1933)



James Whale es uno de los directores con los que más logro identificarme debido a su concepción en lo referente a hacer películas. El realizador británico sabía que el cine es arte pero también es entretenimiento, lo que pareciera que gran parte de los directores actuales han olvidado. Y es que, las únicas justificaciones que encuentro para filmar una película de casi tres horas son: que los hechos relatados lo ameriten como en El Padrino o que se trate de una obra de una belleza plástica digna de contemplarse a detalle como Barry Lyndon; extenderse más de la cuenta ha llegado a convertirse en un vicio que muchos aplauden -cada quien sus gustos- pero que en lo personal llega a hastiarme sobre todo cuando se recurren a diálogos interminables o discursos sobrados y pretenciosos (de plano Tarantinescos).

Por fortuna, no es el caso de El hombre invisible, película a la que le son suficientes setenta minutos para relatar una historia de principio a fin, manteniendo una dosis equilibrada de suspenso, acción, romance e incluso comedia. A esos primeros creativos de Universal Pictures habría que reconocerles la acertada elección de proyectos sobre todo en la serie de películas de horror destinadas a convertirse en clásicos. Siempre he pensado que si no se cuenta con una buena historia, lo más recomendable y menos complicado es acudir a un material literario y eso fue justo lo que James Whale hizo al adaptar la novela homónima de H.G. Wells.

Wells fue un escritor visionario quien, sabía que debido a los avances científico descritos en sus obras, la adaptación de las mismas al  joven arte cinematográfico sería una empresa poco menos que imposible, lo que comprobó al ver desanimado La isla de las almas perdidas basada muy libremente en La isla del Dr. Moreau. No obstante, James Whale ya había demostrado su talento y pericia técnica poniéndose tras la cámara en dos éxitos taquilleros Frankenstein y La novia de Frankenstein.

La historia es muy conocida pero si no la conoce aquí se la abrevio: Al hostal de un pueblo llega un sospechoso personaje cubierto de pies a cabeza, con el rostro vendado, gafas oscuras y sombrero. Su misterioso aspecto despierta la curiosidad de los pueblerinos, quienes obviamente sospechan que algo no anda bien. El susodicho se aloja en una habitación y pide no ser molestado. Posteriormente, descubriremos que se trata de un científico que busca la fórmula para revertir los efectos de una droga que provoca la invisibilidad. Desquiciado al no hallar la solución y ser constantemente acosado por la gente del hostal, revela para horror de todos su secreto. 


A partir de lo anterior, inicia la persecución de un enemigo que no necesita esconderse para cometer cuánto crimen le venga en gana, desde causar desmanes en el pueblo hasta descarrilar trenes. Si bien la historia se apega al original literario, la actitud del protagonista se nota aún más agresiva que en la novela, si aquél era un doctor que planteaba una especie de revolución contra una sociedad específica, éste va más allá pues sus trastornos megalomaniácos (consecuencia de la misma droga) lo llevan a considerar la invisibilidad como el arma más poderosa para robar, violar, asesinar y adueñarse del mundo; ideas delirantes que ni siquiera los sentimientos de su amada podrán menguar. Por cierto, la novia es interpretada por Gloria Stuart, la anciana que aparece en Titanic de James Cameron.
 
Para ser honesto, busco algún aspecto criticable pero no lo encuentro. Quizá a éstas alturas algunos actores y actrices secundarios parezcan un poco salidos de tono, como son los encargados del hostal o el jefe de policía del pueblo, pero en su defensa agregaría que son personajes habituales en la filmografía del director, sus graciosadas funcionan para aligerar un poco la trama que un sector del público y la crítica calificó como violenta en extremo. Y sí, hay algunas escenas que resultaban ser bastante truculentas para la época. Claude Raines, sustituyó en el rol principal a Boris Karloff, después de que el otrora monstruo de Frankenstein abandonara el rodaje, una acertada elección pues como lo dijo el mismo Whale, se necesitaba una voz, no una cara y Raines en ese sentido tenía un acento británico muy teatral. 


Sin duda, lo más sobresaliente y majestuoso (no estoy exagerando) son los efectos visuales. Cuando uno ve películas antiguas o mal hechas, encuentra una explicación para todo, suponemos que las cosas se mueven solas gracias a unos cables y, a veces hasta es fácil percatarse en donde estaban colocados, pues permítanme decirles que en El hombre invisible no sucede eso, solamente a través de la explicación de un experto en efectos especiales es posible comprender la manera en que se consiguieron increíbles escenas como las de las huellas que el asesino va dejando en la tierra y por supuesto aquellas donde deja al descubierto su invisibilidad.


Una película imprescindible para los amantes de la ciencia ficción, el horror, los efectos especiales y las historias de corta duración pero larga vida.

jueves, 31 de octubre de 2019

LA GENTE DETRAS DE LAS PAREDES (1991)


Debo confesar que nunca me he considerado un fan de Wes Craven, como sí lo soy por ejemplo de John Carpenter, no obstante, hay un par de películas con las que el buen Wesley Earl Craven se ganó mi interés: Pesadilla en la calle del infierno y La serpiente y el arcoíris. Con ese antecedente fui a ver Shocker: 10,000 voltios de terror, un despropósito total digno de pasar al olvido, sin embargo, conservaba la esperanza de que el otrora creador de Freddy se reivindicara en su siguiente filme.

Recuerdo haber visto el tráiler de La gente detrás de las paredes (título más acertado que el original The people under the stairs) en el cine, cuando todavía se presentaban los avances en español, cabe decir que el narrador era buenísimo. El caso es que mientras pasaban la imagen de una lúgubre casa, la voz en off decía algo así como "en cada vecindario hay una casa sobre la que los adultos murmuran y los niños cruzan la calle para evitarla", contando con 16 años, esa frase bastó para despertar mi curiosidad.

Quizá la película en cuestión no marcó el regreso espectacular de Wes Craven, pero a diferencia del fracaso económico que fue Shocker, ésta tuvo una recaudación en taquilla de aproximadamente 30 millones de dólares, cantidad nada despreciable para una cinta clase B. 

La historia va de un niño ladrón que, tras un frustrado intento de robo, queda atrapado en la casa de un par de hermanos psicópatas, quienes a su vez, tienen secuestrados a un grupo de adolescentes en el sótano. 



Los primeros minutos cumplen como película de horror, se genera una atmósfera tétrica sobre todo a partir de la extraña relación entre la hermana loca y una "hija" que mantienen cautiva. Pero cuando vemos que el niño (un afroamericano de bajos recursos, justificación para que a nadie le interese su paradero, bendita incorrección política noventera), se sobresalta exhibiendo unas reacciones que provocan más risa que susto, caemos en la cuenta de que el tono no es serio, por el contrario, se torna tan caricaturesco, que por momentos parece hecha para disfrute de los menores de edad que gustaban del género de horror pero a los cuales no les permitían entrar a ver películas clasificación C. 


Craven se pierde en sus desvaríos y no se define por un género específico, por un lado se trata de una película de aventuras con unos niños que no parecen asustarse ante la amenaza de unas trampas mortíferas colocadas por toda la casa y, por el otro, es un filme gore con un par de asesinos, quienes por mucho inclinan la balanza a su favor en lo que a actuaciones se refiere; Wendy Robie, quien a primera instancia pensé era un travestido y Everett McGill, a quien solo recordaba interpretando a un villano menor en 007 Licencia para matar. Y no es que brinden fabulosas actuaciones, pero su exagerada teatralidad a fin de cuentas, aporta en el caso de ella, un aspecto escalofriante y grotesco, y en lo que respecta a él, lo convierte en un desquiciado muy divertido (una verdadera locura verlo enfundado en su traje leather de sadomasoquista armado con una escopeta, vaya ocurrencia).


En conclusión, considerando que su estreno se remonta a casi tres décadas, es obvio que el tiempo le ha pasado factura; después de verla de nuevo me pregunto cómo es que no me di cuenta en el primer visionado de tantos cabos sueltos y ambigüedades. Seguramente no lo hice porque a pesar de ser una película cuyo argumento se sostiene con pinzas, resulta ser un disparate bastante entretenido.

domingo, 6 de enero de 2019

ROALD DAHL EN LA FÁBRICA DE SUEÑOS


***Texto de mi autoría publicado originalmente en el Blog de la Biblioteca Vasconcelos.


La frescura, el juego de palabras, los términos inventados y la personalidad de los personajes, fueron en palabras del director Steven Spielberg, el motivo para adaptar a la pantalla grande el cuento infantil Mi amigo el gigante de Roald Dahl. No solo el otrora realizador de películas como Tiburón y La lista de Schindler ha sucumbido al encanto de la maravillosa obra del autor galés próximo a cumplir 100 años; en la lista se encuentran también cineastas como Tim Burton y Wes Anderson. 
Es difícil imaginar que Roald Dahl, reconocido sobre todo por sus fábulas dirigidas al público infantil - aunque también ha escrito cuentos para adultos- haya iniciado su carrera en televisión a principios de los años cincuenta en series como Suspenso con Boris Karloff y Alfred Hitchcock presenta.
Fue hasta 1967 que Roald Dahl comenzó su carrera en el cine cuando fue elegido para escribir el guión de Solo se vive se vive dos veces, quinta película de la franquicia de James Bond. Dado que la novela de Ian Fleming que daba título a la película no convencía del todo a los productores, Dahl tuvo toda la libertad creativa para modificar la historia a su gusto, siempre y cuando respetara la fórmula que había hecho del 007 un icono del cine de acción. El resultado fue una aventura que tuvo más elementos fantásticos que sus predecesoras: naves espaciales, un helicóptero portátil, un arma secreta para escalar paredes, etc. Para Roal Dahl fue una experiencia muy divertida y para la productora significó otro éxito de taquilla.

Tras la decepción provocada por la malograda película Chity Chity Bang Bang, basada en el único cuento infantil escrito por Ian Fleming sobre un coche volador y de la cual Dahl se ocupó nuevamente del guion  -mismo que dijo no fue respetado por el director-  confesó su negativa a participar nuevamente en el cine.
Sin embargo, en 1971 fue él mismo Roald Dahl, quien adaptó su libro Charlie y la fábrica de chocolate a la pantalla grande con el nombre de Willy Wonka. Sería la primera vez que los espectadores tendrían la oportunidad de conocer el universo fantástico del autor en todo su esplendor. Willy Wonka es el dueño de una fábrica colosal de golosinas a la que solo a cinco afortunados niños se les da la oportunidad de entrar. Una película cuyo mensaje sobre la importancia de la unión familiar no ha pasado de moda. Destaca la interpretación de Gene Wilder interpretando al excéntrico chocolatero del título y de los oompa-loompa.

En 1990, Nicolas Roeg dirigió la película Las brujas, una divertida comedia  llena de humor negro en la que Roald Dahl nos invita a una convención anual de brujas disfrazadas de señoras comunes y corrientes, cuyo maquiavélico plan es convertir a todos los niños del mundo en ratones ¿Podrán el pequeño Luke y su abuela Helga impedirlo? Las Brujas cuenta con magníficos efectos especiales y la brillante actuación de Anjelica Huston como la bruja líder.

Walt Disney adaptó Jim y el durazno gigante en 1997. La cinta está orientada a los espectadores más pequeños pero también pueden disfrutarla los adultos. Se trata de una obra de animación dirigida por Henry Selnick, el mismo director de Coraline y El extraño mundo de Jack,  la cual relata las aventuras de un niño que obligado a vivir con sus dos tías, encuentra un escape introduciéndose en el gigantesco durazno que ha empezado a crecer en el jardín. Un mundo en donde no estará solo.
Matilda dirigida por Danny De Vito, es una película fresca y atípica ya que, da un giro a los tradicionales cuentos de hadas. Matilda es una niña inteligente y culta a diferencia de sus padres, un vendedor de autos estafador y una señora adicta al bingo que le prestan poca atención. Por si fuera poco, la malvada directora de la escuela se encargará de hacerle la vida difícil, hasta que Matilda descubra que posee poderes especiales.
En 2005 Tim Burton impregnó su estilo alucinante e ingenioso a Charlie y la fábrica de chocolate. Actualización del cuento de Roald Dahl, cuya principal diferencia respecto a la versión de 1971 radica en la atmósfera psicodélica y la imagen un tanto sombría y estrafalaria del Willy Wonka de Johnny Depp.
El fantástico Señor Zorro es una película en stop-motion (cuadro por cuadro), dirigida por Wes Anderson considerada una pequeña joya de la animación. Después de un robo fallido, el señor Zorro promete a su esposa dejar de robar gallinas y conseguir un empleo honrado. Sin embargo, el astuto personaje tiene preparado un último plan. El fantástico Señor Zorro es una fábula fiel del libro publicado por Roal Dahl en 1970. George Clooney, Meryl Streep y Bill Murray y otras estrellas prestan sus voces a los simpáticos personajes.