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viernes, 8 de abril de 2016

CABIN FEVER (2016)


Siempre he pensado, que no es buena idea hacer el remake de una película que ya tuvo éxito o por lo menos gozó de algún tipo de reconocimiento con anterioridad, porque la fuerza de la costumbre dicta, que la segunda versión nunca podrá superar a la primera. A menos de que se nos ofrezca la misma historia contada desde una perspectiva diferente como ha sucedido en escasas excepciones. Un ejemplo "La invasión de los usurpadores de cuerpos", la primera de Don Siegel (1956), la segunda de Philip Kaufman (1978).

Ahora que, si se trata como en éste caso de hacer el remake de una película mala, resulta más inexplicable ¿Con qué fin retomar una premisa que en su momento pasó sin pena ni gloria?, digo, si la cinta original hubiera sido redituable en taquilla, ahora estaríamos hablando seguramente de una cuarta o quinta entrega no de un remake. En poco más de diez años que han pasado entre la película dirigida por Eli Roth y ésta, no creo que haya nada por actualizar, una cabaña alejada de la civilización, sigue siendo eso.

Lo que tampoco cambia es el perfil de los personajes. Los estereotipos que hemos visto hasta al cansancio. Cinco jovenes: dos parejitas y un cretino que parece un Shaggy de carne y hueso, con la diferencia de que el amigo de Scooby es simpático y este tipo es francamente insoportable ¿A quién se le ocurre llevar a un fulano así para pasarla bien? Interpretando a los personajes principales tenemos a un elenco de desconocidos que parecen egresados de una escuela de actuación de televisión mexicana ( llámese CEA o TvAzteca). Si a las malas actuaciones le sumamos que el guión no tiene ni pies ni cabeza, obtenemos un producto redondo pero para mal.

Los primeros minutos soporíferos, los diálogos irrelevantes, me quedo con la frase de un pueblerino "Se ve que son buenos muchachos, creo que por ética debo decirles que se cuiden" ¡Por Dios! Si el tipo sabe que algo malo está sucediendo, por ética les tendría que impedir que fueran. Pero claro, no puede hacer eso porque sin burradas no hay película.

Las reacciones de los chavales inverosímiles. Imaginen que tocan a su puerta, abren y un hombre ensangrentado que apenas se puede mantener en pie les pide ayuda; puede asustarte, causarte repulsión, provocarte asco, etc. ¿Pero pasaría por tu cabeza lincharlo? No tiene sentido. 

Lo único terrorífico, es ese aire de indiferencia ante el dolor ajeno que se respira  durante todo el metraje. Poco a poco, cada uno se va contagiando de un virus letal que los carcome (literalmente los hace pedazos) sin que los demás, no solo no muevan un dedo por ayudarlos, sino que incluso, se den un tiempo para beber unas cervezas y darle rienda suelta al sexo. 

Lo único rescatable es el paisaje en donde fue filmada.

Mala muy mala, totalmente prescindible. Con producciones como Cabin Fever no entiendo como Eli Roth sigue auto nombrándose Maestro del terror. Para mi, él y su alumno Travis Zariwny están reprobados.